martes, agosto 30, 2011

¿Qué es “letras cómo haluros de plata”?


Letras como haluros de plata nace hace poco mas de dos años y medio, inspirado en los grandes fotógrafos, que además de buenas fotografías, también participaron activamente en el desarrollo de la fotografía desde su teoría, posibilidades, experimentación y no mucho menos importantes: letras.
Letras que dieron fuerza al imaginario de lo fotográfico, que sentaron bases académicas, críticas, conceptuales y estéticas. letras que deformaban la imagen hasta el punto de hacerla inteligible o la resaltaban suntuosamente.
Durante mi paso por la academia –porque también fui fotógrafo por fuera de ella- pude acercarme a varios libros sobre la fotografía, sobre su acto, sobre sus que hacer, sobre su ciencia y más de una vez, “me maraville al límite del maravillamiento”1 con textos que hallé de fotógrafos como Man Ray, Cartier Bresson, Ansel Adams, Minor White o Fontcuberta, así como otros escritos por quienes tenian una relacion indirecta con el acto fotográfico, o eran el acto en sí mismo.
A través de este blog, quiero darle continuidad a la historia de los grupos de creadores, artistas, fotógrafos, escritores, abogados, desocupados entre otros, que se reunían a charlar de cualquier tema de su interés, en este caso, el interés es la fotografía, sin por eso dejar por fuera a personas que no sean fotógrafos o afines por profesión.
Está abierto el diafragma (orificio dentro del lente por el cual entra la fotografía a la cámara) para que ustedes (la luz) puedan entrar y dibujar con sus letras (la imagen) en el plano de enfoque (campo de comentarios o entradas propuestas) para que quede registrada en la película de haluros de plata o el sensor (Este blog)
La inspiración de aquellos que ya han escrito y la necesidad de decir algo más sobre la fotografía, o sus distintas instancias me llevaron insoslayablemente a crear este blog en el cual los haluros de plata en los cuales se fija la imagen que se quiere compartir son las letras y este blog mí película para exponer.
1 Forma de expresión usada en las mil y una noches

martes, agosto 16, 2011

Ella rompió el silencio.


desde la cama, mi cámara levantó la mirada, y con el diafragma entreabierto, preguntó.
- ¿por qué ya no sales tanto conmigo?
Un gran rayo de luz sobrevino en mi mente, y cualquier palabra fue velada.
tras un oscuro silencio, sólo pude levantarla entre mis manos, sonreir y dispararme.
ella supo que algo estaba cambiando en ese instante, ella, silenciosa, se descargó de la felicidad

sábado, agosto 13, 2011

Lo intangible* expresado en la fotografía

hay veces que al ser humano le cuesta trabajo entender lo que no pueden asir, aun cuando lo sientan.
¿Cómo se hace entonces para que en una fotografía, que no suena a nada más, que los pensamientos que tiene aquel que la ve, quede plasmado eso que no puede ser agarrado?
Basta un poco de paciencia o de detallada atención sobre aquel escurridizo que se quiere capturar para lograrlo. hay veces que al pasear por la historia de la fotografía, encontramos innumerables retratos, y nos sorprendemos con la bonita luz, la buena expresión, pero poco nos detenemos a pensar sobre ese intangible del fotógrafo, sobre la verdadera intención de quien la tomó o de quien fue tomado.
Hay varías formas de expresar esto en la fotografía, desde lo más indicial hasta elaboraciones de una sola toma o composiciónes de lectura más elaborada o abstracta. Sin importar cual camino se tome, para el fotógrafo, habrá de ser siempre un placer, poder llevar las palabras a una sola imagen, pues la fotografía no es más que los elementos tipográficos de los cuales se vale el fotógrafo para decir una o muchas cosas, casi como hicieron aquellos que habitaron las cavernas y dejaron rastro de sus historias.
Así se manifiesta per sé, la riqueza del alfabeto fotográfico, que así como un escritor combina los mismos 27 caracteres para escribir algo grandioso, el fotógrafo se vale de las cuatro esquinas  que delimitan su visión, y las múltiples variaciones, azarosas o no, de lo que suceda en ese plano universo. que bien visto y realizado, nos logra dar una profundidad clara, no sólo en la imagen, sino en lo que el fotógrafo quiere contar.
La danza del viento - The wind dance
Viento, líquido, equilibrio, colapso, divertido, nervioso, angustia, fin, creación, expresión… son solo ejemplos de palabras o conceptos que nos pueden llevar a imaginar algo, en su forma mas concreta o si el conocimiento nos da, poder expresar una de ellas de forma tal, que vista la foto a priori, no nos dice nada, hasta que somos capaces, nos guste o no, de quedarnos más de 10 segundos contemplando sus posibilidades y las del autor.
La luz es  lo más intangible que existe y eso es la fotografía misma per sé, así que desvinculándome de cualquier teoría o academicismo, el mero acto de hacer una fotografía sin importar el medio, la producción o el soporte, ésta, estará ya haciendo visible y tangible,  algo intangible cómo lo es la luz.

*intangible.
(De in-2 y tangible).
1. adj. Que no debe o no puede tocarse.

sábado, mayo 14, 2011

El tiempo y la fotografía

Cuando hablamos de fotografía, si se es un poco entendido en el tema, se pensará ipsofacto en velocidades. ¿Qué tiene que ver realmente el tiempo con el proceso de tomar una fotografía? Indistintamente que de acuerdo a la velocidad que se tenga para un diafragma específico, o queramos movimiento en la imagen o congelados, el tiempo tiene otra relevancia particular de la parte técnica y es la importancia del tiempo dentro de lo emocional, o no superficialidad [1] que puede llegar a contener una fotografía.
Para Cartier-Bresson más importante que una imagen perfecta en técnica, es la esencia que transmita la fotografía. No descarta la técnica de composición por nombrar la parte del proceso más relevante en cuanto a una imagen bien lograda; pero él, en su ensayo, comenta que la parte compositiva debe ser una acción de tipo tácito para todo individuo involucrado seriamente con la fotografía; destrucción de emocionalidad la compositiva a través de un automatismo. Cuan importante llega a ser el tiempo, que al hablar de sus viajes, decía, le daban ganas de asentarse justo días antes de tener que partir para poder ser al fin una imagen fija como en una película; y con gran razón hace tal afirmación, ya que al ser él, un “ser fotográfico” su actuar y sentir está mediado por la película; es decir, un fotograma necesita tiempo para sentar (fijar) una imagen en su emulsión, independientemente de cuan rápida (sensible) sea la velocidad de la película, de obturación y rapidez del lente. Si hacemos una analogía, luz-hombre / espacio tiempo – película, veremos que un hombre necesita un tiempo para recorrer un espacio, pero la luz casi recorre todo el espacio en el mismo tiempo, es decir, puedo recorrer una ciudad con una longitud de 300 kilómetros –si la volvemos una línea– siendo luz, en menos de un segundo. Así una fotografía logra asentarse en el espacio visto gracias al recorrido de la luz y su velocidad, o retomando la iniciativa de Cartier-Bresson, asentar al fotógrafo en ese lugar dónde la cámara estuvo; el espacio visto puede ser visitado por quien ve o posee la foto, y aun mejor, recorriendolo aun más rapido que la luz, ya que el recuerdo sea borroso o no, no se hará esperar.
si me elevo en un helicoptero con un ojo de pez montado en mi cámara,  tendré la ciudad en mis manos a través de la fotografía, según Cartier-Bresson, estaré en esa ciudad cada vez que alguien vea la foto.
Si generar una imagen desde este punto de vista -del que ve la foto- no requiere tiempo, qué diremos si retomamos a Minor White (el ojo y la mente de la cámara 1952) cuando contesta preguntas como ¿en qué piensa cuando va a tomar fotos? Y el responde, "en nada"; se requiere sólo el tiempo necesario para “ver” la imagen escuchando todos y cada uno de nuestros sentidos y sensibilidades.
Hoy en día hay ciertas divergencias entre la fotografía en película y la digital, a menudo escucho decir a las personas que ahora es más fácil corregir sobre la marcha, porque hay la opción de “revelar” (visualizar) al instante la imagen tomada. Al entrar en el terreno de tales diferencias, yo contestaba –y contesto sólo que ahora argumentado en Cartier-Bresson- que en cosas que se mueven y no son cíclicas –aunque muchos afirmen que todo es cíclico– no hay tiempo de revisar la imagen y se ha de confiar en que se hizo bien la lectura del luz [2],  en que se tuvo suficiente tiempo, aun cuando halla sido un 1/1000s para revisar el encuadre los elemntos incluidos y su composicion de ser posible, porque aquello que se sintió a través del visor, no va a ser jamás otra vez (El instante decisivo, 1952). Digo sentir, porque tengo minutos –si acaso uno– acumulados en mi experiencia tras de la cámara, que aun cuando se me ha escapado o no la imagen, la he sentido; así mismo, he sentido imágenes que no son mías, y eso para mi como fotógrafo es una satisfacción.
Me genera interrogantes el texto de Cartier-Bresson ahora, ya que la primera vez que lo he leído, no había estado tanto tiempo con una cámara digital en mis manos, y leí diferente el texto. ¿cómo cambiaría el texto si él, tuviese una cámara digital? Quiero atreverme a intentar decir que al menos quitaría un “no” que escribe, al decir no podría ser un trotamundos yo digo que sí, la velocidad del poder revisar, cuando ha pasado lo observado y hay tiempo para observar lo fotografiado, le daría las herramientas necesarias para, como Jean-Baptiste Grenouille[3], tener la esencia de todo cuanto quiere.
Otra forma del tiempo sobre la búsqueda de la imagen fotográfica, se da en cuestión del tiempo verbal, es decir, lo que pasó, pasó para siempre. De esta certidumbre nacen los temores y la fuerza de nuestra profesión. La incertidumbre de lo que será, y la certeza de lo que fue [4], se tenga o no la imagen; esa incertidumbre es ese ir con la mente en blanco de M. White, y el estar alerta, con el cerebro, el ojo y el corazón, de Henry Cartier-Bresson.

[1] El acto fotográfico, Philipe Dubois. Cap 1.
[2] documental sin pose, reporteria entre otros
[3] Protagonista de El perfume, de Patrick Süskind.
[4] Adivinanza que le hace el Maestro Hora a Momo, en el libo Momo de Michael Ende.

lunes, enero 31, 2011

Mis frases de la fotografía

Y es bien sabido por todos que las grandes frases a veces transcienden la historia mucho más que un compendio de hojas que contenga un gran estudio a profundidad, pues es más fácil recordar una frase que todo el compendio, y aun puede que el engorroso estudio se resuma en una frase; tal vez por eso hay gran y mucha sabiduría en los haikus japonenes

Aqui haré mis mayores esfuerzo de apuntar las frases que se me ocurran sobre la fotografía para que pueden ser leídas por ustedes.

1. para decir como fotografo que estoy en bloqueo creativo me bastará decir, que estoy en estado fotografico (01/01/2011)

2. La fotografía es un buen simil de la realidad humana, por fortuna no habla (bis)