lunes, septiembre 20, 2010

Cuidado: Una serie Fotográfica nunca termina

¿para qué hablar de las series fotográficas, si una misma secuencia dice más de la cuenta que una sola fotografía?, o por qué a veces “evitamos” –y me incluyo- el texto de una exposición por la premura de ir a la imagen o la sucesión de imágenes que ansia ser vista en su eterna espera colgada en la pared, y es que, es eterno para una imagen de 1/60 de segundo esperar un mes o mas para ser descolgada o apreciada; haya o no sido comprada… para solo volver al texto, generalmente.

Una vez se toma la decisión de iniciar una serie ya pensada o aquella que surge de repente en un evento, que sabemos por experiencia es una identidad fotográfica –léase serie- que podemos encontrar a menudo, querremos que llegue el momento de obturar la cámara cada vez que se nos da el chance para asomar ese momento donde sentimos que hemos terminado; Hay veces cuando tocamos tan mágico instrumento, nos sentimos arroyados por aquel pensamiento…”la serie, hay que trabajarle”…. casi al punto de transformarnos en un ser obtuso e idéntico fotográficamente. Así mismo si ya has empezado una serie, por más que la hayas terminado o no –y si no lo has hecho detén tu lectura y ve a pensar una serie y empieza de una vez por todas- ese “lastre conceptual” no será más que una compañía eterna, hasta el fin de tus días, y no solo a la muerte de la cámara. Será inaudito entonces, no querer sacar un instante para la fotografía y asi registrar esa identidad fotográfica del pasado que has creado para tu deleite y muy seguramente para el de muchos ojos. Muy probablemente un día no tendrás la cámara contigo y solo entonces los demás te pueden redimir de tal acontecimiento, pero tu si sentirás esa espina de haber dicho, debí sacar la cámara hoy.

Si bien es cierto que a menudo esta ultima  situación sucede por doquier y a veces carecemos de una cámara, cuando le tenemos es imperdonable, repito, pensar la imagen con la blancura de Minor White, que ésta aparezca  y no saquemos el instante para la foto, repito. nuestra cámara puede llegar a revelarse, en sentido antagónico de una copia bien hecha. Y a veces una misma película tiene más de una fotografía my parecida sino igual a la anterior, repito.

Una serie entonces no termina, y se convierte, más que en un peso, en un alivio para aquel fotógrafo ávido de imágenes y de espacio tanto mental como fisico para generar y a su vez guardar esa identidad fotográfica que ha creado para el mundo, pero sobre todo para el disfrute del maravilloso acto que es tomar una fotografía.

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