jueves, agosto 05, 2010

de las pieles, las luces, las sombras, el gusto y la fotografía

 

A mi que no me vengan con cuentos. ... sí sé retocar pieles, o bueno al menos eso creo, pero es que me gusta la textura, la luz y las sombras, me gusta el volumen y la realidad, me gusta fantasear con ella que se ve real, a cambio de  fantasear irrealidades. O si yo fuera fémina, me gustaría fantasearlo real, con curvas y volúmenes exuberantes, y bueno en otros géneros o preferencias prefiero no pensar, pero tienen la idea.
Me disgusta hasta cierto punto la irrealidad pristina porcelánica de las pieles de hoy en muchas fotografías, que desilucionan al admirador cuando encuentra al sujeto de deseo –o debiera decir objeto por la trasnofrmación-  en persona; ¿que si tengo yo argumentos para decirlo? y los tengo, cuando en mas de un evento o fotografías que por encargo me han pedido, quiero llorar al cruzarme con alguna piel u objeto de deseo, de aquellas fotos en la prensa o revistas.
Y es que las ansias de una perfección inventada por el mismo humano, que ya en el medio deja de "ser" -por no repetir y entrar en pleonasmos-. deshumanizan por completo a la persona para volverla un icono de los nuevos, vacios de plástico, llenos de un aire que los eleva y los hace levitar donde quieran que van y mucho distan de aquellos héroes o bien admirados personajes que en vez de ir sobre una nube como goku, pisaban con aplomo de “mazinger z” o “el llanero solitario” ah! que tiempos aquellos donde el medio no era tan industrializado o el camino era mas recio.
Una paleta que se vende por el placer del cuerpo, cuando el cuerpo es como la paleta y no necesita el símil tan directo, que el cuerpo c... suda (por no usar una palabra mas fuerte y cuidar a los chicos) la paleta también, así que una mujer y una paleta es un completo pleonasmo visual, y muy falto de todo sentido estético, creativo e imaginativo, por falta de metáforas andamos donde andamos, y ya escribía yo alguna vez acerca de las metáforas que empiezan sobre el papel, muchas veces mediadas por el mero lenguaje no figurativo, pero entonces ahi, en tu cabeza, cuando lees o te la dicen, tus neuronas unen los puntos que dibuja esa imagen que vez llena de sombras, de contrastes, de oscuridad y de luz, porque por lo general lo único que a mi gusto y no todas veces debe estar lleno de luz, es la comida, y poco me sirve para abrir el apetito, pero si que para provocarme.

esto no se queda así, se merece un retoque…

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